Delimitar el espacio, fragmentarlo, marcar los confines de lo propio y de lo ajeno, invadir poco a poco el paisaje escapando del entorno urbano, crear un “espacio intermedio” donde los bordes no sean nunca una línea, sino varias. Desde esta idea surge la estructura del proyecto, intentando la búsqueda de una cierta medida o una medida cierta entre Arquitectura y Territorio, Ruptura y Tradición.
El paisaje en Peñausende es un constante equilibrio entre sus verdes vacíos salteados de piedras graníticas y sus masas de encinas, cuya fragmentación, mediante las denominadas CORTINAS, en innumerables polígonos como si de un gran vidrio roto se tratara, crea inconscientemente obras “land-art” ,
El proyecto intenta respetar este paisaje, no alterarlo en sus cualidades, por eso lo primero que se plantea para la delimitación del área a intervenir son los cerramientos a base de piedra como una reinterpretación las CORTINAS. En estos muros se apoyarán las edificaciones propuestas, por un lado el edificio bar-cafeteria que intenta mimetizarse con los mencionados muros, formando parte de ellos filtrándolos a través de sus cerramientos de vidrio. El segundo edificio destinado al servicio propio de la piscina, albergará los vestuarios, con aseos y duchas además de un área destinada a primeros auxilios. Retoma las construcciones tradicionales agrícolas con una sencilla estructura a base de vigas de madera y sobre estas el trabazón y la teja curva característica de la zona.
Las superficies que rodean los vasos se configuran en la parcela macladas con el carácter tectónico de las masas pétreas que inundan estas tierras, simulación que también aparece en la senda que conduce desde los vestuarios al pediluvio de acceso a las citadas áreas. Las piscinas se encuentran rodeadas de espacios verdes con ligeras pendientes a modo de solarium separados por una cerca metálica además de proponerse un área umbría como merendero.
Se plantea una doble intervención, la primera, destinada propiamente a las piscinas y delimitada por los propios vasos de estas, y la segunda el área comprendida entre estos y el limite sur de la propiedad destinada a campos deportivos que completen junto con la pista polideportiva existente en el borde norte un área deportiva para la población. Con esta idea los edificios propuestos darían servicio a todas las actividades.